lunes, 27 de junio de 2011

Oferta y Demanda

Oferta y demanda, oferta y demanda. Ni idea de si se esta hablando mucho de eso últimamente, no sigo tanto los medios, pero su relación es de vital importancia para la vida de todas las personas.
Por eso me parece lógico pasar en limpio en este blog, esas ideas que quizás la mayoría de la gente tenga en la cabeza, pero que no terminan de entender.

Primero lo primero, definamos de que estamos hablando:

Demanda:

Viene de la acción de demandar (obviamente bah). Demandar sería como “pedir”, pero como si viniera con una carga de autoridad. Y es que el consumidor tiene autoridad, justamente. De satisfacerlo radica el éxito para volverse rico.
La demanda se relaciona con los deseos, con la subjetividad de cada persona. No todos demandamos lo mismo. Demandamos distintos productos y en distintas proporciones. Tengo alrededor de cuarenta mangas (comic japonés) en mi biblioteca, y planeo comprarme más. En ese plan, en ese deseo, yo estoy demandando mangas. Como no estoy yo solo, sino que varias personas consumimos ese producto, podemos hablar de que hay una demanda de mangas.
Lo mismo pasa con el resto de los bienes. Los alimentos, los muebles, el trabajo, los servicios, etc. La gente los demanda. La gente, al menos un importante numero de personas, los demanda, los necesita. Pueden existir bienes el mercado que tengan poca demanda, pero tienden a desaparecer si no son lo suficientemente rentables.

Oferta:

Ofertar es ofrecer, es el intento de establecer un trato. Cuando cualquier persona sale a vender su producto, esta ofertando algo, lo esta ofreciendo al consumidor.
Por lo general la oferta precede a la demanda. Significa que en la mayoría de los casos los productos salen al mercado sin tener la certeza de si van a ser consumidos o no. Por esto las empresas hacen estudios de mercado, para darse una idea aproximada de cómo debería ser su producto. Y aun así les puede ir mal. El ofertar visto de esta forma es una apuesta que realizan los empresarios (ya sea el kioskero del barrio o el gran supermercado), es un riesgo que se corre, que en algunos casos es mayor y en otros peor.
Volviendo sobre el ejemplo del manga, los primeros canales que incursionaron con eso en la Argentina no tenían tanta idea de si iba a pegar o no (incluso, como en el caso de magic kids, ni siquiera sabían con que estaban tratando, de ahí la posterior censura). Aún así, cosas como los “Caballeros del Zodíaco” resultaron ser un éxito abrumador.


Pero no se puede entender la oferta cabalmente sin entender la demanda, y viceversa. Están interrelacionadas. De esa interrelación justamente surgen los precios, por eso es que es tan importante entenderlas.

Supongamos el caso de las papa fritas, las clásicas Lays. Acá en La Plata, el paquete grande esta siete pesos(7$). ¿Por qué están a siete pesos? Los compradores, los que demandan, cuando demandan un producto, lo demandan lo más barato posible. Los vendedores, ofertantes, tratan de ofrecerlo lo más caro posible. Hasta acá puro sentido común, cada cual esta siguiendo su propio interés. Que las papa fritas estén a siete pesos es un precio razonable porque beneficia tanto al demandante como al ofertante. Sobre todo al demandante, porque es él, y no otra persona quien fija el precio del producto. Supongamos que Lays, es una cuestionable movida empresarial, le ofrece ofertas tan jugosas al resto de los productores de papa fritas, que obtiene el monopolio del mercado. Las únicas papa fritas disponibles en el mercado son entonces, las Lays. La empresa no puede por el solo hecho de poseer un monopolio triplicar el costo al consumidor, que sería, ponerlas a veintiún pesos (21$). La gente en ese caso las dejaría de comprar, cosa que le reportaría pérdidas. Debería ir bajando entonces el precio del producto progresivamente hasta que obtenga la misma o una superior tasa de ganancia que la que tenía antes. Por más que la situación sea de monopolio, el consumidor controla los precios, nunca la empresa. Pero incluso en el escenario anterior, la situación monopólica en la que el precio se halla situado, que se yo, a doce pesos(12$), no existiría por mucho tiempo. Obviamente, al que le perjudica que las papas estén a doce pesos es a los consumidores, no a la empresa. Y los perjudica porque se achica la oferta. Los consumidores no demandan solamente un producto, lo demandan a un precio y una calidad determinadas. Si las papa fritas son malas no esta atendiendo a los que demandan papa fritas de calidad, y si son caras a los que demandan papa fritas baratas. Las empresas, con estudios de mercado se dan cuenta donde hay demanda insatisfecha. En algunos casos haciendo cuentas simples. Un empresario, una multinacional extranjeras de papa fritas que viera la situación monopólica dada en la Argentina, diría: “yo las puedo vender (incluso hasta puede querer producirlas) en ese país, a un precio mucho más barato que el actual”. Las empresas muchas veces no se gastan en barrer el mercado de competidores justamente porque sucede eso. En este caso hipotético, cuando la competencia llega y se establece, el precio de las papa fritas baja.

Mientras más oferta halla mas barato va a ser el precio de un producto, y mientras más demanda halla más caro va 

Habría que ver que hacemos para que toda esa gente que no puede comprar papa fritas a siete pesos, pueda hacerlo. Pero entre el abanico de opciones que tenemos, el control de precios no debería ser una opción. Primero que nada es violento, autoritario, y segundo, que restringiendo las ganancias de una empresa, le restringís las posibilidades de una futura inversión, restringís las posibilidades tanto de que genere empleo como de que incursione en nuevas tecnologías que abaraten los costes de producción.

Vale para las papa fritas y vale para todo, a ver si lo aprendemos en este país, que parece que a muchos de nuestros dirigentes se les escapa.

martes, 21 de junio de 2011

El impuesto es robo a mano armada



La violencia es una de las características esenciales del Estado. No importa de cual estemos hablando. Ya sea un Estado totalitario, el estado de una sociedad libre, un estado monárquico o keynesiano, mal llamado de bienestar.(ya ahondare el tema en otra entrada)

No pagar impuestos en las monarquías europeas era símbolo de privilegio. Los que pagaban impuestos eran los súbditos, los campesinos, los burgueses. El resto era una clase privilegiada y no productiva.
Si nos situáramos en la edad media nadie dudaría de que el impuesto fuera un robo, algo injusto. Los campesinos estaban obligados a ceder la mayor parte de sus cosechas mientras les dejaban lo justo, y si recibían algo más dependía de la bondad del señor feudal al cual estuvieran atados. Porque hablar de que había un contrato en el cual el señor feudal ofreciera protección dentro de su castillo a cambio de que el campesino trabajara es, por lo menos, incompleto. A los campesinos no les quedaba otra opción que aceptar el trato, porque sino no tenían a donde ir. Sus tierras estaban en ese lugar desde generaciones y no tenían conocimientos suficientes como para volver a ser cazadores recolectores (el conocimiento que requiere serlo es sorprendente).
El impuesto en los Estados monárquicos era entonces algo impuesto. El peso de la autoridad real recaía sobre el que no los pagará, y sobre que cosas se cobraba impuesto, cuánto, etc., lo decía el rey, el autócrata, el gobernante. Y cambio de este pago de impuestos no recibían algo muy substancioso a cambio, recibían protección contra la guerra. Protección que se perdía, por otra parte, cuando los enrolaban por la fuerza para combatir.
El impuesto era el medio por el cual la clase privilegiada, que detentaba el poder, explotaba al resto de los habitantes del reino, que eran los súbditos.

¿Qué ha cambiado desde entonces?

-Si no se pagan impuestos, uno va preso. Es por lo tanto obligatorio, es un delito no pagar impuestos.

-Recaen con más fuerza sobre los desprotegidos. La gente con más recursos se puede hacer amiga del poder para que le subsidios, o para evadir impuestos (como con los títulos de nobleza comprados). O se las puede arreglar y hacerlo de forma ilegal. Además, pasado cierto umbral de riqueza el sistema impositivo comienza a cobrarte en promedio, solo un 30%(creo que a los 45.000 mensuales). Mientras a los pobres y clases medias les estaría robando un 45% y un 65%. Depende el cálculo y los bienes consumidos.

-Los súbditos (acá los gobernantes acostumbran llamarle pueblo) reciben algo que, CUANDO MENOS es dudoso si los beneficia. Escuelas públicas que se caen a pedazos (ni hablar de que el programa de estudios lo dicte el estado), sistema de salud pública ineficiente y defectuoso. Muchas veces hay que esperar largos turnos para ser atendido, con profesionales que no tienen más incentivo que el amor a la profesión (la mayoría se convierten en espíritu en empleados públicos). Lo mismo con los maestros. Planes sociales, trabajar, asignación universal, etc. que desincentivan el trabajo y no alcanzan a devolver ni por asomo toda la plata que el gobierno les robo. Subsidios a empresas ineficientes (si van a subsidiar empresas bajo la excusa de “industria naciente” por qué no lo hacen con plata de sus bolsillos). Nos obligan a pagar precios más caros por diversos producto (muchos hasta donde entiendo, debería investigarlo más a fondo). Netbooks fácilmente hackeables que además desincentivan el estudio. Y un laaaaaaargo etc.

-Los impuestos son arbitrarios. Los nobles donde veían una actividad productiva enseguida le ponían un impuesto, porque necesitaban robar más plata para sustentar su aparato represor y sus fiestas. Yo, y muchos otros liberales creen que el rol del estado, para algunos el único, para otros el más importante, es asegurarse de que los derechos individuales de las personas no sean cercenados. Para eso se necesitan policías, tribunales, etc. Además, el Estado tiene que sustentarse de alguna forma. Lo que tendría que suceder es, entonces, que una boleta te llegue exactamente el monto que te están cobrando y para qué es. Los estadounidenses saben cuanto de su dinero (de forma directa al menos) va a parar a la guerra. Les llega en una boleta. Eso no es un impuesto arbitrario (tiene un fin específico, más allá de que se pueda criticar ese uso específico). Otra cosa es el IVA por ejemplo. Maravilloso es que en Nini, en la góndola de precios, haya dos precios. Con IVA y sin IVA. Así, uno se puede dar cuenta de que el producto se encarece 1$ gracias al IVA. En la mayoría de los productos la diferencia entre ambos precios suele ser de 1$. Pagar 1$ de más por cada producto. O sea que si compras cien bienes (que se yo, 100 paquetes de fideos) el estado ahí te robo 100$. ¿Cuánto es 100$ para una familia pobre? La diferencia entre comer o no comer capas. Pero el impuesto no se acaba ahí, es un ejemplo. Después esta el impuesto a las ganancias. Significa que si posees determinados bienes tenés que pagar impuestos. Si estas alquilando un local tenes que pagar, además de las cuentas, un impuesto porque posees ese local. Lo mismo si tenés una lancha por ejemplo. Y así con incontables bienes. Es decir, a la gente que tiene la capacidad de generar dinero, de generar riqueza, y con esa riqueza quizás dar trabajo a otras personas, el Estado la castiga, le quita dinero porque tiene riqueza. No es que el estado sea nuestro padre, pero supongamos que un padre tiene un hijo. Si el padre cuando ve que su hijo gana mucho dinero le sacara una parte de este para dárselo, que se yo, al vecino porque no encuentra trabajo, pasan dos cosas: dependiendo del monto asignado se desincentiva más o menos el buscar trabajo por parte del vecino, ya que tiene menos necesidad de conseguir empleo, además, desincentiva al hijo a que produzca riqueza. Se va a esforzar menos, ya que sabe que su padre si ve que tiene mucho dinero se lo va a sacar. Pero lo más importante: es robo. La plata el hijo se la gano limpiamente, sin estafar a nadie. Si el vecino fuera y le sacará esa plata por la fuerza sería robo, estaría mal. Cuando el padre lo hace misteriosamente se vuelve correcto. Cuando el estado hace ciertas cosas parece que misteriosamente se vuelve correcto.

-La nobleza ya no existe por suerte. No existen los sectores improductivos como tales. Quienes afirman que los empresarios son improductivos no tienen idea de lo que ser empresario implica. Y no es que yo sea empresario y lo entienda, no lo soy. Tampoco tengo un pariente que lo sea. Es más, seria evidencia anecdótica y no contraría como una prueba. Es un ejercicio de sentido común nomás. Si yo quiero poner una pizzería por ejemplo, cualquier otro negocio sirve. Si yo quiere tener una pizzería, no tengo fondos, pero mi tío, que esta lleno de guita, me alquila el local y me compra el horno y los ingredientes, no importa que se pueda rascar las bolas todo el día porque el padre le heredo un montón de guita. Tiene plata que su padre gano de forma honesta y que con todo derecho le heredo. Y esa plata que el esta aportando me esta permitiendo trabajar. Eso esta muy lejos de ser una clase parasitaria. No importa que se haya contratado una junta de ejecutivos que le manejen la empresa, por más que la persona no se mueva el capital que esta posee no es ocioso y fue ganado limpiamente, y eso es lo único que importa.
Más allá de eso, la mayoría de los empresarios no la tiene tan fácil. Sufren de los trastornos que generalmente produce tener grandes responsabilidades y preocupaciones: estrés, úlceras, problemas para dormir, entre otros que seguramente desconozca. Bill Gates no se levantaba a los ocho de la mañana para ir a trabajar a rascarse en el sillón de su empresa. Por algo anuncio su retiro. Ser empresario no es fácil.

Pero pareciera que los gobernantes, sobre todos por estos lares, se las dan de nobles. Cobran impuestos arbitrarios, viven en mansiones con sirvientes las 24hs (que contraten un catering no necesitan que los cocineros vivan con ellos), van al laburo en helicóptero, viajan en limusinas escoltados por policías que te patean el auto para que te corras (como relata Benegas Lynch). Pueden elegir a voluntad cuanto cobrar, gastan  el dinero público en propaganda política, gastan el dinero público en espectáculos ostentosos y sin sentido (ascensor transparente en la rosa, espectáculo de snowboard en corrientes).
Y no es que la ostentación este mal. Si un empresario tiene plata y se la quiere gastar en rolex y ropa de 500$ no hay nada de malo, pero que un político lo haga, cuando su sueldo ha sido sacado coactivamente (me gustaría ver cuanto ganaría la presidente si cada persona voluntariamente aportara la plata que cree necesaria) si esta mal. No será legalmente punible (no tendría por que serlo por otro lado), pero da cuenta de que como gobernantes no están situados donde les corresponde. En las verdaderas democracias los gobernantes están para servir a los gobernados, no al revés. No me da la sensación de que nuestros gobernantes quieran servirnos cuando dictan conciliaciones obligatorias. Parece que estamos para servirles.

Que quede claro, cuando pagamos impuestos le estamos pagando el suelo a estos señores que se dan siestitas en la cámara y dictan leyes que coartan libertades. Le estamos pagando el suelo a la policía corrupta que participa en redes de trata. Son NUESTROS EMPLEADOS, los políticos, los funcionarios públicos, etc. SON NUESTROS EMPLEADOS. Y no actuamos como tales. Actuamos como súbditos, incluso a veces rebaño. (uso un plural participativo que no necesariamente me incluye, cada cual sabrá cuando actúa de esas formas). Si el Estado no puede resguardar nuestros derechos de forma eficiente, como va a, eventualmente, encargarse del bienestar general de la población. El argumento de las personas que sostienen eso no tiene ni pies ni cabeza.

La naturaleza del impuesto nunca va a cambiar. Es violenta y coactiva de por sí. Por eso algunos piensan que el Estado debería sostenerse con donaciones. Pero dejando eso de lado, el impuesto, por su sencilla naturaleza, esta mal, es incorrecto. Por eso debe cobrarse una cantidad mínima de impuestos, debe reducirse todo lo que se pueda. El impuesto, cuando se cobra lo mínimo, es un mal menor, es necesario para que funcione el Estado, el cual se encarga de resguardar los derechos naturales de cada persona: vida, libertad y propiedad. Pero cuando el impuesto es excesivo es un robo. Peor aún, es robo ejercido por el organismo que se supone debería protegernos. Cuando una persona asesina a otra, o la hace desaparecer esta está lesionando un derecho. Pero cuando el que lo hace es el Estado está violando un derecho. Y se usa la palabra “violar” porque el Estado se supone debería proteger ese derecho. El impuesto excesivo es una violación al derecho de propiedad. Y hay buenos argumentos para creer que uno de los grandes motivos por el cual muchas sociedades están sumidas en la pobreza.

Gracias por tomarte tu tiempo en leer mi blog.

El porqué del blog

No los quiero aburrir mucho, así que vamos (yo y todos los misteriosos fantasmas a mi alrededor) a ser breves.


Más que nada el blog es mi granito de arena a la causa. A varias causas en realidad, tales como la difusión del ideario y los valores liberales, así como la difusión del pensamiento científico y crítico. No me gusta quedarme sin hacer nada, me parece mal. Si el mundo esta como está como está es porque los difusores del oscurantismo son más en número y además son más eficaces en la transmisión de sus ideas que la gente que las combate.

Me sumo a la trinchera, y me esforzaré para que mis escritos sean lo más amenos, claros y sencillos que pueda.

Gracias por haber usado tu tiempo en leer mi blog.